“El Gobierno Nacional considera como su deber principal revivificar en la nación el espíritu de unidad y cooperación. Preservará y defenderá aquellos principios básicos por los cuales fue edificada nuestra nación. Considera la Cristiandad como la fundación de nuestra moralidad nacional, y la familia como la base de la vida nacional”. Adolf Hitler.

sábado, 22 de enero de 2011

EL PAPA PÍO XII (EUGENIO MARÍA GIOVANNI PACELLI) Y EL “CONCORDATO IMPERIAL” (“REICHSKONKORDAT”) ENTRE LA IGLESIA CATÓLICA Y EL NAZISMO EN (1933)





  Papa Pío XII (Eugenio María Giovanni Pacelli).

“Los judíos eran responsables de su destino, Dios los había elegido, pero ellos negaron y mataron a Cristo. Y cegados por su sueño de triunfo mundial y éxito materialista, se merecen la ruina material y espiritual que se han echado sobre sí mismos”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, durante la “Noche de los Cristales Rotos”, en 1938).

“Con gran júbilo me dirijo a ustedes, los hijos más queridos de la España Católica, para expresar nuestras felicitaciones paternales por el regalo de la paz y la victoria con la cual Dios ha elegido coronar al heroísmo cristiano de vuestra fe. Nosotros le damos, nuestros queridos hijos de la España Católica, nuestra bendición apostólica”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, felicitando al General Francisco Franco Bahamonde por su victoria en la Guerra Civil Española, el 17 de abril de 1939).

“España acaba de dar a los profetas del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores de la religión y del espíritu”. (Eugenio María Giovanni Pacelli, Papa Pío XII, felicitando al General Francisco Franco Bahamonde por su victoria en la Guerra Civil, 1939).

Eugenio María Giovanni Pacelli, también conocido como el Papa Pio XII de (1939) a (1958). Diplomático brillante, político astuto y cruzado religioso.

Eugenio María Giovanni Pacelli llegó al Vaticano en (1901), a la edad de 24 años, reclutado para especializarse en cuestiones internacionales y derecho canónico. Colaboró con su superior, Pietro Gasparri, en la reformulación del Código de Derecho Canónico que se distribuyó en (1917) a los Obispos Católicos de todo el mundo. Fue designado Nuncio Papal en Alemania en (1920), transformándose así en el Primer Nuncio en ese país desde el s. XVI. Como Nuncio Papal en Alemania, Eugenio María Giovanni Pacelli comienza el proceso de eliminar los desafíos legales a la Nueva Autocracia Papal y procurar un tratado entre el Papado y la Alemania Nazi como un todo, que reemplazará todos los arreglos locales y se convirtiera en un modelo de las relaciones entre la Iglesia Católica y los Estados. Más que cualquier otro extranjero, ayudó a Adolf Hitler a llegar al poder en Alemania. 

Eugenio María Giovanni Pacelli (Papa Pío XII) le reconoció al Tercer Reich que sus políticas antisemítas eran asuntos internos de Alemania y no avaló la protesta de los Obispos Católicos Alemanes contra el Antisemitismo. Su Antisemitismo provenía de (1917), lo cual contradice que sus omisiones fueron hechas de buena fe y que “amaba” a los judíos y respetaba su religión. De hecho, reveló tener menos amor por los judíos que por el resto de seres, tal y como lo demuestra la Encíclica de (1938), “Humani Generis Unitas” (“La Unión de las Razas Humanas”), escrita por 3 jesuitas, pero a cargo de Eugenio María Giovanni Pacelli. Además, era afrofóbico (racista). Tan afrofóbico que al terminar la guerra pidió a EUA no enviar “soldados negros” a Roma “porque están violando mujeres italianas”, según justificó. Transforma al Vaticano en un “instrumento político global”. Su obsesión era el Socialismo, el Comunismo, el Ateismo, el Liberalismo y la Modernidad Europea y así se transforma en uno de los principales instigadores de la “Guerra Fría”. Eugenio María Giovanni Pacelli no sólo apoyó a Adolf Hitler, sino que hizo lo mismo con Francisco Franco Bahamonde y Benito Mussolini. 

La Firma del “Concordato Imperial” (“Reichskonkordat”) entre la Iglesia Católica y la Alemania Nazi el (20 de julio de 1933), con el que se buscaba regular las relaciones entre ellos en materias de mutuo interés. Para Adolf Hitler, lo mismo que para Francisco Franco Bahamonde en (1953), el Tratado suponía el “reconocimiento internacional del régimen”.El Vaticano lo ha negado, pero el acuerdo estipulaba el abandono de toda actividad política o social que pudiera considerarse subversiva por parte de los católicos alemanes.



El “Concordato Imperial” (“Reichskonkordat”) le garantizó a Eugenio María Giovanni Pacelli el derecho a imponer un nuevo “Código de Leyes Canónicas” sobre los católicos de Alemania. A cambio, requería que el Vaticano dejara de apoyar al “Deutsche Zentrumspartei” (“Partido de Centro”), y así aprobaba el “Estado Totalitario Unipartidario” de Adolf Hitler. La enseñanza del Cristianismo en los grados elementales, vocacionales, secundarios y superiores se convirtió en una materia regular. Los artífices del “Concordato Imperial” (“Reichskonkordat”) fueron el Vicecanciller Alemán Franz von Papen (en el Régimen Nazi, llevó la delantera en atraer las facciones católicas para que apoyaran al Tercer Reich) y el Sacerdote Católico y Político Alemán Ludwig Kaas. Ambos habían apoyado la “Ley Habilitante” que confirió los plenos poderes a Adolf Hitler. El Papa Pío XI menciono a los enviados nazis que se alegraba mucho que “el gobierno alemán ahora estuviera bajo la dirección de un hombre que se opone inflexiblemente al comunismo”.

Eugenio María Giovanni Pacelli, Secretario de Estado del Vaticano (más tarde conocido como el “Papa Pio XII”), otorgó al Vicecanciller Von Papen la elevada condecoración papal, la “Gran Cruz de la Orden de Pío”. Franz Von Papen regaló al Cardenal Eugenio Pacelli una Madonna de Porcelana Blanca de Meissen, como regalo del Tercer Reich; los regalos tenían la dedicatoria 'Recuerdo del Concordato del Reich 1933'.

La Iglesia Católica no se opuso al régimen (a excepción de miembros en casos aislados) y nunca excomulgó a Adolf Hitler. En la política exterior la actitud conciliadora del Vaticano fue de apoyo al Régimen Nazi, especialmente en la etapa de ascenso al poder. Se evitó absolutamente decir una palabra contra persecuciones y exterminio de seres humanos en los Campos de Concentración y Exterminio. Posteriormente, el Vaticano facilitaría la huida de los criminales de guerra nazis a través de la “Ruta de los Monasterios” o “Ruta de las Ratas”, dirigida por el Obispo Austríaco Católico Alois Hudal.

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